El sábado 6 de Abril, asistimos al concierto recital: "La tumba negra" homenaje a Johann Sebastian Bach, de la mano del poeta Antonio Colinas y la violinista Lina Tur Bonet.
Ibiza, es el lugar que les une, ella es ibicenca de nacimiento y Antonio vivió en la isla veintiún años de su vida.
A Lina, lectora de la obra de Colinas, se le ocurrió poner a dialogar poesía y música.
La idea de este concierto recital, nació podíamos decir de una manera muy natural, dos amigos que se admiraban en sus respectivas disciplinas artísticas y que deciden, que tienen que hacer algo juntos, pensaron en una iglesia pequeña, para un grupo reducido de personas.
Al final, terminaron por presentar "La tumba negra " en Ibiza en el lugar que merecía, en su Auditorio.
Un acto ¡tan importante! no podía quedar relegado a los muros de una pequeña iglesia, ni podía permitirse que solo lo disfrutaran unos pocos.
"La tumba negra" es un largo poema, consta de quinientos versos, de Antonio Colinas, que cierra su "Libro de la mansedumbre" publicado en 1997.
El inicio del poema, esos primeros versos que luego tirarán de los demás hasta conformar el poema definitivo, surgió ante la tumba de J.S. Bach, en 1996, en Leipzig, y tuvieron su continuidad, tras visitar otras ciudades como Halle y Weimar.
Este poema de poemas, contiene otros temas como:
los totalitarismos del S. XX, problemas medioambientales y símbolos como el viaje, el muro, la frontera, el amor.
El poeta busca la belleza en los tiempos difíciles que nos ha tocado vivir.
En Antonio Colinas, hay una búsqueda de la armonía a través de la palabra inspirada, y como dice, otro gran poeta, Jose Luis Puerto:
"No hay palabra inspirada que no contenga la música del ser, la música del mundo".
El poema comienza con una cita de Rainer Maria Rilke que dice:
"Hay tumbas que en silencio hablan del mundo"
Os dejo algunos versos de este extenso poema:
Yo había abierto mi sed a la mansedumbre,
al goce de respirar la alegría en el amor,
cuando aquí de repente en Leipzig, lejos
del resplandor de los silencios de fuego,
mirando las entrañas tan amargas
del hormigón y acero de otros días
(las ideas con yagas de otros días,
las ideas que nacen y que hieren y mueren),
se exacerbó en mí la dualidad,
regresó el combate de contrarios,
lo negro de lo blanco.
…hay una tumba negra de acero
conteniendo la armonía del mundo
la tumba de Johann Sebastian Bach.
…Yo le había dicho que me iba lejos,
aunque de lejos vine a visitarlo.
Pero la tumba negra,
de repente, se me abrió como una llamarada,
como una cantata suya.
Para al final del poema simplemente, volver.
…Me hallaba en lo profundo
del centro de mí mismo.
… Estaba en otra casa, simplemente
en mi casa,
con mis padres , mis hijos, y con ella.
La sangre de ellos y la sangre mía
me hablaban de los límites del ser,
de una nueva frontera.
Volví a sentarme frente al muro blanco.
…Quedar aquí o allá de la frontera,
pero donde se siembre la armonía…
Os recomiendo que leáis el poema completo, es de gran belleza.
Antonio Colinas, "Obra poética completa", páginas 669- 684. Editado por Siruela.
Lina Tur Bonet, fue la encargada de poner música a estos versos de Antonio Colinas.
Ella es una prestigiosa violinista, reconocida a nivel internacional.
Interpreta para la ocasión La Partita en re menos BWB 1004, para violín solo.
Fue una actuación magistral por parte de ambos.
Desde aquí les agradezco que hayan tenido la feliz idea de representarla en Salamanca, donde reside el poeta y donde es muy querido.
La poesía y la música hablan al alma y vienen a poner un poco de armonía a nuestras vidas de prisas y ruidos, donde hay pocos momentos para la meditación y el silencio.
Por último os dejo un pequeño video, aunque la calidad no es buena, es una pequeña muestra del concierto-recital.
Gracias a los dos por permitirme hacer estas fotos para el recuerdo, que estoy segura sus admiradores agradecerán.
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