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sábado, 17 de noviembre de 2012

Las Llaves de la Ciudad: Convento de San Esteban



Las llaves de la ciudad, en su 12 edición, vuelve a abrir las puertas del Convento dominico de San Esteban.


Los dominicos ejercieron una influencia decisiva en la evangelización y descubrimiento de América.
San Esteban es un lugar donde bien podríamos aplicar la frase:    
"Ah, si las paredes hablaran…"

Ente sus muros hay mucha historia, y una pequeña parte de ella es la que ha querido rescatar para nosotros el dramaturgo Roberto García Encinas, que además actúa en la obra, poniéndose en  la piel de tres  personajes que han dejado su huella en este bellísimo espacio, estos personajes son: 
Cristóbal Colón, D. Miguel de Unamuno y un mensajero que trae noticias de las indias.

Los personajes se encuentran con El Tiempo, interpretado por la actriz Manuela Vicente, y establecen  un diálogo con él.





Del presente, hacia el futuro, es el que mantiene con Cristóbal Colón
"Aún no lo sabes pero te embarcarás en tres carabelas y conquistarás un continente".
  
El diálogo entre ambos tiene lugar en la sala DE PROFUNDIS, donde Colón conversó con el dominico Fray Diego de Deza, que convenció a los Reyes Católicos para que financiasen sus viajes.
En el siguiente espacio se unen El Tiempo y D. Miguel de Unamuno, el encuentro tiene lugar en el Claustro de los Aljibes, por donde paseaba Unamuno su pena tras la pérdida de su hijo Raimundín a la edad de 7 años.


En este convento buscó el poeta las fuerzas necesarias para poder superar esta triste pérdida, parece que se asomaba a uno de los aljibes y decía : 
Yo, Yo, Yoooooooo…., seguramente le contestaba el eco.



En este caso Unamuno habla con El Tiempo, esta vez va del presente al pasado:
¿Por qué me arrebataste a mi hijo Raimundín con solo 7 años?


La visita se cierra en un último espacio llamado la enfermería, donde se recuperaban los religiosos enfermos, un lugar privilegiado por su sosiego y por la gran cantidad de horas de luz de que goza.



En este lugar, El Tiempo departe con un mensajero que trae una denuncia de Antonio Montesinos, sobre los maltratos de los dominicos en las Indias.




















Dar mi enhorabuena a Roberto García Encinas por la originalidad del guión, y por su actuación, también a Manuela Vicente, pues de su mano hemos viajado en el tiempo y hemos imaginado lo que entre los muros del convento aconteció.



A los que no lo sepáis...
os diré que en este convento de San Esteban,  estuvieron los Reyes Católicos con el fin de hablar con Cristóbal Colón sobre la viabilidad de lanzarse a la  conquista de un nuevo continente.

Os dejo las foto de los escudos de los Reyes Católicos que se encuentran en el ya citado Claustro de los Aljibes.

Emblema de Fernando: un Yugo


Emblema de Isabel: unas flechas.

El objeto que los representa es un homenaje del uno al otro.
Yugo empieza por "Y" de Isabel y flechas por "F" de Fernando.


Y también la placa que explica la importancia que tuvo el dominico Fray Diego de Deza en que se diera vía libre al descubrimiento de América.


domingo, 11 de noviembre de 2012

Las Llaves de la Ciudad: Casa de Sta. Teresa


La 12 edición de “ Las llaves de la ciudad ” abre sus puertas un año más, presentando espacios nuevos.
La Casa de Santa Teresa, es uno de ellos. Es un lugar que encierra los secretos de la vida de dos religiosas excepcionales:
Santa Teresa de Jesús  y Bonifacia Rodríguez de Castro.













Como anécdota os contaré que queriendo visitar la Casa de Sta Teresa, sin buscarlo, conocí a Bonifacia, convertida desde el año pasado en Primera Santa salmantina.

Habitaron una casa austera y sencilla, con un patio central que transmite mucha paz.





En ella encontramos la estancia donde Teresa de Jesús escribió, en Abril de 1571, su poema: “ Vivo sin vivir en mí “.

Vivo sin vivir en mí 
y tan alta vida espero
que muero porque no muero.
Vivo ya fuera de mí
después que muero de amor
porque vivo en el Señor
que me quiso para sí.
Cuando el corazón le di
puso en él este letrero:
que muero porque no muero.
Esta divina prisión
del amor con que yo vivo
ha hecho a Dios mi cautivo
y libre mi corazón;
Y causa en mí tal pasión
ver a Dios mi prisionero,
que muero porque no muero.


Esta  casa se la cede su cuñado para que funde en Salamanca.
La primera noche la pasó acompañada por otra religiosa que tenía mucho miedo, la casa había estado habitada por estudiantes, y temía que alguno se hubiera quedado escondido entre sus muros.
Durmieron sobre unas pajas y tapadas con unas mantas que le habían cedido.
En su libro de las Fundaciones dirá: La casa era muy grande y destartalada y con muchos desvanes…

De Bonifacia, se conserva intacto el taller de costura donde ella se reunía con las mujeres que querían aprender a coser y a bordar para tener un oficio y que pudieran ganarse  honradamente el pan con su trabajo.

Este espacio me inspiró estos humildes versos:


 

En cuanto pasas su umbral
¡todo habla de ti!
la casa, el patio, sus columnas, el pozo…
tu taller, las máquinas y las bobinas de colores
que imagino,
ponían un poco de alegría en el corazón
de las aprendizas, que gozaron de tu bondad.
Bonifacia, figura pequeña que atrapa.

                                                                           Elena Díaz Santana

Con quince años, tras la muerte de su padre, debe ayudar a su madre económicamente, por lo que trabaja de cordonera, no descuidando por ello su formación religiosa, a la sombra de los jesuitas.
Jesuita será el director espiritual de Bonifacia, Francisco Butunyá, que le insta a que funden una congregación orientada a la mujer trabajadora.
Las casas de la congregación se llamaron: Talleres de Nazaret.

Conclusión:
Obra teatralizada interpretada magistralmente por tres actores, que representan a Santa Teresa,  al jesuita Francisco Butinyá, y al dueño de la casa.   



Acercaos hasta la casa, aunque se termine la propuesta de las llaves de la ciudad, pues es una casa museo abierta al público todo el año, merece le pena.
Estoy segura de que su visita no os dejará indiferentes.

Para Bonifacia, desde este blog, un pequeño homenaje.

¡Enhorabuena Bonifacia!
pues con tu vida abnegada,
has llegado a ser reconocida
como la fundadora de Las Siervas de San José.
Reconocimiento
por el que tanto sufriste en silencio.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Cosas Chiquititas


¡Queridos amigos!
Hoy quiero presentaros a una persona muy especial,  Josefa Sánchez Sousa, poeta salmantina que pertenece a nuestra asociación: Pentadrama, además de otras como El Ateneo.



Pepita, como la llamamos, nació en 1922, tiene noventa años, pero es una mujer lúcida y despierta, con una sensibilidad extraordinaria que plasma en cada uno de sus poemas.
En el 2011, se publicó su primera novela "Por eso escribo, por eso" prologada nada menos que por D.  Antonio Sánchez Zamarreño, profesor de Literatura en la facultad de Filología de Salamanca, además de excelente poeta.

El prólogo lo tituló:
"Josefa Sánchez Sousa o la elegante sobriedad".

En él se expresa así Zamarreño:
… al enfrentarme a estas páginas, todo se me transformó en sorpresa. Esto no es un homenaje a la amiga, sino un acto de justicia para con una escritora espléndida, a rachas verdaderamente genial, que condensa aquí toda su sabiduría idiomática y humana. Pepita ha visto mucho, ha pensado abisalmente y conoce muy bien los esplendores de su lengua. Con estos tres ingredientes ha forjado una obra de hondo calado ético y de estupendas irisaciones literarias.
…admiro en su conjunto el rigor, la exigencia, la mesura, el instinto verbal, la exquisitez, la audacia creativa, la juventud y el dinamismo que se desprende de la mayoría de los textos seleccionados.
                                                        Pág  4-5 del prólogo


Este año, se la ha requerido para aportar su larga experiencia vital, para un documental titulado "Cosas Chiquitas" título que pertenece a uno de sus poemas.
Os dejo aquí dos fotos del día en que lo proyectamos en nuestra asociación.
La portada del documental, que trata sobre la gente mayor,  tiene una foto fija que son las manos de Pepita.



A esas manos dedica ella dos poemas en su libro: "Por eso escribo, por eso", titulados: Os beso y Expresión.
Os hago llegar estos dos poemas, donde está su sentir.


OS BESO

Benditas mis manos,
obreras de mi mente,
tejedoras de ilusiones
que repartieron belleza
en blanco y en colores.

Ahora, cansadas, doloridas,
dibujan palotes
que me hacen feliz.

Benditas mis manos.

Manos cansadas que ella bendice, por ser el vehículo que le ha permitido expresarse como poeta.


EXPRESION:

Mirando mis manos, mi pensamiento gira
hacia una divergencia de expresión:
manos que agarran un ángel en el aire;
manos que oran y se elevan al cielo;
amorosas manos que vierten caricias;
manos piadosas que enjugan lágrimas;
manos sarmentosas crispadas en su bastón,
deformadas por el trabajo y callosas;
manos lacias, verticales, impotentes;
manos sangrantes humilladas por cadenas;
manos que suplican ante un fogonazo;
iracundas manos alzándose al viento;
manos garduñas que nos dejan suspendidos;
manos repelentes con tacto de gusano;
blancas manos por las que fluye el vacio.


Quien conoce a Pepita no se queda indiferente, ella da lecciones de vida, de optimismo,  de poeta con su rico lenguaje y su sensibilidad, palabras que anidaron en ella cuando  al "amor de la lumbre"   leía para otros, en su mocedad.

A modo de despedida, os dejo otro poema de nuestra poeta, se titula "Lo que hice" muestra su deseo de permanencia en el mundo poético.
Que sea así Pepita: que aprendamos de tu sensibilidad.

Lo que hice

Si algo bueno hice:
germine la semilla,
que se abra y se extienda
y desparrame vida…

y si fue menos bueno:
que se hunda en la ciénaga,
que lo trague el detritus
y lo asfixie la tierra.

Pepita es para todos un placer aprender de ti y tenerte cerca, lección de vida la que nos das en cada encuentro.
¡Gracias!

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