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sábado, 2 de febrero de 2013

Esculturas Literarias de Fernando Mayoral

Exposición Antológica.


El 15 de Enero de 2012, hace ya un año, cerraba sus puertas, en La Salina, la exposición dedicada a Fernando Mayoral.
Por la huella que dejó en mí, quiero compartir con vosotros la obra de este escultor. Espero que os gusten.



Nacido en Valencia de Alcántara, Cáceres 1930, en 1946 su familia se traslada a Salamanca y en 1947 se matricula en la escuela de Nobles y Bellas Artes de San Eloy y en la escuela  de Artes y Oficios  Artísticos. Después se presentará al ingreso en la Escuela Superior de Bellas Artes de S. Fernando en Madrid.


Fernando Mayoral es autor de una gran obra pictórica y escultórica, siendo por esta última por la que es más conocido. La exposición de La Salina  nos muestra sus dos facetas artísticas, dándonos a conocer la pictórica, siendo la primera vez que se exponía reunida en una sala.

Sin desmerecer su pintura, sus paisajes y marinas, a mí, el Mayoral que me gusta y emociona es el escultor. Sus esculturas  no me dejan indiferente.
Voy a centrarme en tres esculturas bellísimas, que forman parte indiscutible del lugar donde han sido ubicadas, al que acompañan, adornan, y embellecen.

Por mi relación con el mundo de la literatura, voy a mostraros tres autores relacionados con la poesía y la novela.
Primero San Juan de la Cruz, Mayo 1993,  Arroyo de Santo Domingo.


Tiene la siguiente dedicatoria: La ciudad de Salamanca a S. Juan de la Cruz.
Es una escultura ancha en su base, puesta sobre una peana de piedra. San Juan está sentado delante de un pupitre en actitud de escribiente, sujeta en su mano derecha una pluma, con la que escribe en un cuaderno, quizá los poemas bellísimos que nos dejó para la posteridad.
Va vestido con el tradicional hábito de la orden carmelita a la que pertenecía, en sus pies calza unas sandalias propias también de estos religiosos y el pelo cortado según costumbre de la época y de la orden.
Su cara muestra un rostro místico, si miras la escultura desde abajo, ves su rostro y el cielo, queriendo expresar la idea de que el poeta está  cerca de Dios.

La segunda escultura que me ocupa es la de Gonzalo Torrente Ballester, Café Novelty, año 2000.

Destaca por su tremendo realismo, el escritor está sentado en la mesa del café Novelty donde era asiduo.

Su mano derecha sujeta el bastón con el que aseguraba sus pasos al caminar y la izquierda la apoya sobre la mesa. Sus piernas están cruzadas, también en una pose muy de D. Gonzalo.
Su rostro es de gran serenidad, de observación, mira lo que ocurre fuera de la cafetería, el transcurrir de la vida en la Plaza Mayor, llama la atención,  la expresión de la boca, en ademán  de silbar, tan típica en él,  y sus gafas de miope que le caracterizaban.
En los pies, calza unos zapatos que eran suyos, al igual que el traje, según me contó el propio Mayoral, que intenta ser riguroso siempre con la vestimenta del personaje a representar.

Es una escultura tremendamente querida por los salmantinos. 
Recuerdo que el año pasado, fue prestada para una exposición que sobre el escritor estaba realizando el Instituto Cervantes en Alemania.
El Novelty no era lo mismo sin él, se le echaba de menos.
La gente que entra a la cafetería, lo mira, lo toca, los foráneos preguntan que quién es… pertenece un poco a todos.

Es un ejemplo de obra que ha trascendido a su autor, pocos saben quien lo esculpió, solo interesa que está en el Novelty y que es entrañable, preciosa.

Y la tercera y última escultura que quiero citar aquí, es la que corresponde al poeta salmantino José Ledesma Criado, Pepe Ledesma que es como se le conoce.
Se encuentra al final de la calle S. Pablo, junto a la muralla, fue esculpida en 2006.
Destacar otra vez su atuendo. En esta ocasión llama la atención su capa charra y la gorra marinera que viste el poeta. Otra vez el realismo se hace presente en la obra de Mayoral, pues es así como  vestía Pepe Ledesma habitualmente.
La gorra marinera se debe a que él pasaba largas temporadas junto al mar, en Figueira da Foz en Portugal, donde fue muy apreciado.
El poeta está sentado en un muro, con la cabeza en dirección a una pared donde sobre una placa de mármol hay escritos versos de uno de sus poemas, en el cual precisamente habla de ese lugar en el que estará para siempre su recuerdo.

Y allí en la muralla junto al río
los olivos contemplan tu mirada.
Descansa el alma en la piedra y la voz,
resume el viento la brisa de la tarde.
Y la nube con su color de espuma
camina inexorable hasta el sueño,
como amarilla mancha de paloma,
como largo fluir de soledades.
Y allí en la muralla junto al río
los olivos contemplan tu mirada.

Precioso entorno el de esta escultura con la muralla detrás.

Salamanca ciudad que has embellecido con las obras de tus manos de escultor: Fernando Mayoral.
Las esculturas están en los lugares para los que nacieron, expuestas para poder ser observadas.


 

Bocetos de J. Ledesma y G. Torrente Ballester.

Esta exposición ha superado con creces las expectativas que tenía puestas en la misma, ahora sabéis por qué.

Como colofón cerrar esta entrada con dos esculturas. 
La de Santa Teresa de Jesús y las de "Sancho Panza y D.Quijote".
Ambas con mucha fuerza expresiva, llaman la atención por su originalidad y belleza.


Teresa la andariega
























Dar mi enhorabuena a Fernando Mayoral por su obra y animarle a que siga pintando y esculpiendo, a pesar del frio de la nave donde trabaja, pues le debe mover el aliento de los que le admiramos.

2 comentarios:

  1. Muy interesante. Gracias por ponerme al dia de la cultura salmantina. No tenia ni idea de quien era este gran escultor, ni habia apreciado los detalles exquisitos de sus esculturas. Es verdad el dicho: nunca te acostaras sin saber una cosa mas. En este caso varias.Bss. manuela.

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  2. Querida Elena:
    Has despertado mi curiosidad otra vez, muchas gracias!
    A través de tus ojos estamos redescubriendo todos Salamanca...precioso!
    Un abrazo desde Alemania,
    V.

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