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domingo, 9 de diciembre de 2012

Las Llaves de la Ciudad: Visita Casa Museo Unamuno

Este año, la Casa museo Unamuno, se suma al proyecto "Las Llaves de la ciudad", para dar a conocer la casa del escritor.



La visita consistió en un recital de poesía y el recorrido por las principales estancias de la casa.

En el salón rectoral, tuvo lugar el recital, con una sorpresa para los allí congregados, el mismísimo D. Miguel, nos dio la bienvenida a su casa, y nos recitó sus poemas.




















La sorpresa para más de uno fue mayúscula, pues no tenéis sino que ver el parecido físico entre el rapsoda José Mª Sánchez Terrones y D. Miguel.

    
    Leyó los poemas: 
  • Atardecer de estío en Salamanca
  • Para después de mi muerte
  • Mi Salamanca
  • Castilla
  • Horas serenas del ocaso breve
  • Tu mano es mi destino




Los tres primeros se pueden escuchar en: di tú que he sido... 

Estuvo acompañado por el violinista Sergio Fuentes.
Consiguiendo que fuera una velada unamuniana muy entrañable.


Foto cedida por J.Mª. Sánchez Terrones

La casa rectoral.

Unamuno vivió en esta casa convertida hoy en museo, desde 1900 hasta 1914, en que fue destituido.
Alberga la cátedra Unamuno y la fundación que lleva su nombre. Como nota curiosa destacar que el único rector que vivió en esta casa, fue él, porque los demás eran de Salamanca y tenían casa propia en la ciudad.
En 1953, esta casa rectoral, pasó a ser la casa Museo Unamuno, dirigida en primer lugar por su hija Felisa.
Todo lo que hay aquí de D. Miguel se trajo de la casa de la calle Bordadores, que fue donde habitó hasta morir, el 31 de diciembre de 1936.
En su casa museo visitamos su biblioteca, su despacho y su habitación, donde están expuestas sus gafas, su biblia, un bombín, la cruz que le había regalado su hermana monja y la toga muy gastada de rector.
En la habitación, además de la cama, hay un atril ideado por D. Miguel para leer y escribir en la cama.


En sus paredes cuelga una reproducción del Cristo de Velázquez, al que dedica un libro de poemas.
En el museo se guarda y atesora, el legado de D. Miguel, que no para de crecer, pues siguen saliendo a la luz, dibujos, libros anotados, fotografías, orlas, etc.
Después de este año dedicado al 75 aniversario de la muerte del escritor, está más vivo que nunca.



Os dejo el soneto "La parra de mi balcón" con el que vuelvo a reivindicar al Unamuno poeta.















Parra que todavía existe, viva, muy viva, y que cambia con las estaciones y me imagino que seguirá dando sus frutos, como cuando vivía D. Miguel que aprovisionaba de uvas a sus hijos. 
Usted también  está vivo en el corazón de ¡tantos salmantinos!.

La Parra de mi balcón

El sol de otoño ciernes de mi alcoba
en el ancho balcón, rectoral parra
que de zarcillos con la tierna garra
prendes su hierro. Y rimo alguna trova

en ratos que el oficio no me roba
a tu susurro, de esta tierra charra
viejo eco de canción. No irán a jarra
cual las que sufren del lagar la soba,

parra de mi balcón, tus verdes uvas;
para mi mesa guardo los opimos
frutos del sol de otoño bien repletos;

no quiero que prensados en las cubas
de vino se confundan mis racimos
y con ellos se pierdan mis sonetos.




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